La acción y efecto de
mover recibe el nombre de movimiento. El verbo mover, por su parte, refiere a
hacer que un cuerpo deje un lugar y pase a ocupar a otro, o a agitar una cosa o
una parte el cuerpo. El movimiento, por lo tanto, puede vincularse al estado de
los cuerpos mientras cambian de lugar.
Ondulatorio, por otra
parte, es aquello que ondula o que se extiende en forma de ondulaciones. Cabe
recordar que una onda es un movimiento que se propaga en un fluido, una curva
que se produce en ciertas cosas flexibles o una perturbación tensional.
Todas estas
definiciones nos permiten comprender la noción de movimiento ondulatorio, que
es aquel movimiento que se propaga a través de ondas y que implica transporte
de energía, pero no de materia. Ejemplos de movimientos ondulatorios se
encuentran en la superficie del agua y en las partículas de un medio elástico.
El movimiento
ondulatorio, pues, es la propagación de una perturbación de cierta propiedad de
un medio, como la densidad, la presión o el campo magnético. El medio que
experimenta la perturbación puede ser el agua, el aire o incluso el vacío.
Es posible distinguir
diversos elementos en la onda del movimiento ondulatorio. Se puede hablar, en
este sentido, de amplitud (la distancia entre el punto de máxima elongación y
el punto medio de la onda), cresta (el punto de máxima de elongación), valle
(el punto más bajo), período (el tiempo que tarda una onda en pasar de un punto
de máxima amplitud al siguiente), frecuencia (el número de veces que la
vibración se produce por unidad de tiempo) o longitud de onda (la distancia que
existe entre el mismo punto de dos ondulaciones consecutivas).